La decisión sobre dónde formarse musicalmente siempre es difícil y decisiva en la vida de todas los/as aspirantes a músico/a. Hoy en día, la oferta institucional argentina es amplia. Sin embargo, no todo es cuestión de nombres: Hay razones de fondo que deberían ser tenidas en cuenta a la hora de decidir sobre el futuro. Es urgente e importante clarificar, a rasgos generales, ciertas diferencias entre las opciones de formación de los institutos de música y sonido.
¿En dónde podemos aprender música hoy?
Los aspirantes cuentan, en líneas generales, con tres propuestas de formación muy diferenciadas: formación particular, conservatorios o institutos terciarios. Cada una de ellas implica una idea y una relación específica con la música que aspira a modelar la cultura músical de una ciudad o país. Teniendo en cuenta esto, es necesario caracterizar cada una:
- Formación particular: Muchos alumnos creen que la verdadera formación músical tiene que darse entre particulares. Piensan que la música es un espacio libre que no debe estar controlado por ninguna institución. Además, los alumnos, suponen que cuentan con mayor libertad de elección porque pueden cambiar de profesor cuando quieran. Sin embargo, esta opción es la más arriesgada y la que menos contribuye a formar un colectivo músical: dependemos de la calidad del profesor, que a falta de herramientas no podemos evaluar; y, se corre el riesgo de ser formado en base a gustos musicales, privados y ajenos, que no cuenten con ningún tipo de recepción futura. En resumen, el alumno tiene que confiar ciegamente en la destreza y vocación del profesor particular porque no cuenta con ningún programa/herramienta que le permita evaluar este tipo de educación.
- Conservatorio: Esta opción cuenta con cierto prestigio cultural e histórico, muchos de los conservatorios en nuestro país funcionan hace muchísimo tiempo. A diferencia del profesor particular, los conservatorios cuentan con un programa que define lo que la institución considera como valioso para ser enseñado/aprendido. Allí es donde esta institución define lo que se debe considerar músical y lo que no. Un conservatorio, además, supone un espíritu pedagógico claro, por lo que los alumnos tienen mayor conciencia de las herramientas que les transmitirán para evaluar los hechos musicales. En resúmen, el fuerte del conservatorio reside en su espíritu programático. Ahora bien, este también es el punto débil de esta opción: comprometerse fuertemente con un programa puede provocar un alejamiento de la evolución de la vida músical por el afán de conservar un corpus definido.
- Instituto terciario: Esta opción nos parece que contiene las ventajas de las dos anteriores: Por una lado,el instituto terciario de música cuenta con un programa que permite clarificar lo que se considera música y lo que es valioso enseñar; por el otro, no hay un apego programático acrítico, el instituto considera que todo programa debe ser pensado en relación al entorno/necesidades musicales de una geografía determinada y se va aggiornando al mundo actual.
Nuestra apuesta
En Tamaba consideramos que la formación de nuestros alumnos debe priorizar la evolución y las necesidades del entorno musical. Creemos que lo ideal es capacitar a los estudiantes de música para poder insertarse rápidamente al entorno cultural y el mercado actual. Si querés saber más sobre nosotros contactanos a admisiones@tamaba.com.ar o por WhatsApp al +54 911 2357-6154